Solo los que hemos sido autónomos y hemos tenido una pyme sabemos lo que es sufrir. La famosa frase de que “yo nunca me pongo malo porque soy autónomo” cobra más fuerza que nunca. Por eso, cuando yo siento que alguien me cae mal o que me ha hecho una jugarreta, no le deseo la muerte o una desgracia en su vida, mi maldición es la de “ojalá que seas autonónomo durante un año”.
Doce meses, y claro sin contar con la famosa tarifa plana que algunos gobiernos ofrecen al empezar, sirven ya para comprobar lo costoso y lo complicado que es ser autónomo en esta vida y concretamente en este país. Y es que está demostrado que España no es país para autónomos, digan lo que digan. Y esto lo digo yo que lo he sido durante más de 15 años, ahora me encuentro asalariado por una empresa y puedo decir que he pasado a mejor vida. No tiene nada que ver.
Tenemos claro que cada mes toca pagar la cuota de autónomos, que en España puede ser significativa, especialmente en las primeras etapas cuando los ingresos son inciertos. Los primeros meses puede pagar menos, pero a partir de un año, un mínimo de casi 300 euros no te lo quita nadie. Ya es empezar con una mochila pesada.
Además, los muchos impuestos que tiene que pagar un autónomo como por ejemplo el IRPF o el IVA pueden ser un problema muy gordo para gestionar si no tienes conocimientos fiscales. Y claro, aquí no se sabe cuánto vas a cobrar porque los ingresos como autónomo suelen ser muy irregulares, lo que dificulta la planificación financiera. Yo he tenido meses de ganar más de 2.000 euros al mes y otros, sobre todo en verano, de no llegar a los 500. Así es complicado poder hacer unas previsiones.
24 horas, 7 días
Ser autónomo también implica buscar y retener clientes de manera constante, lo que puede ser agotador y generar incertidumbre, como ocurrió en mi caso. Las peleas con mi esposa eran constantes porque mi trabajo era de 24 horas y, por supuesto, siempre pendiente del correo electrónico a través del maldito teléfono móvil. Ni en vacaciones me separaba de él, algo que hasta mi hija pequeña se daba cuenta de ello.
En mi caso, también me supuso una soledad laboral. Es decir, que trabajar solo desde casa o desde un espacio privado te puede provocar una depresión pero también el no tener contactos. Por eso, ahora vamos a poner en contexto porque si eres autónomo esto que te voy a contar es lo mejor que te ha pasado pasar en mucho tiempo.
Y no, no tienes una red de seguridad como en un trabajo asalariado, lo que aumenta la presión de mantener un ritmo de trabajo que sea constante. Además, si quieres luego dejarlo no puedes comparar lo que cobras en el paro cuando te echan de una empresa con lo que ganas cuando eres autónomo.
Así pues mi recomendación es que seas asalariado, pero si no puedes, pues por lo menos que pongas las bases para no caer en lo que te hemos dicho antes. Una buena manera es instalándote en un coworking. Se trata de espacios abiertos y con mucha luz. Con acceso a salas de reuniones, terraza interior, zonas comunes y muy buen ambiente de trabajo.
Está demostrado que los coworkings suelen atraer a una variedad de profesionales, lo que facilita el networking, la colaboración y la creación de sinergias. Además aquí si vas a tener una separación entre vida personal y laboral. Está comprobado que contar con un espacio físico fuera de casa ayuda a establecer límites claros entre tu trabajo y tu tiempo personal.
Beneficios
Además, como podemos ver en CN Centros de Negocios, los coworkings ofrecen tarifas adaptables según tus necesidades, desde espacios compartidos hasta oficinas privadas. Y la verdad es que al final de mes es algo que se nota en las facturas.
Hay otros aspectos a destacar y uno de ellos es de imagen, ya que recibir a tus clientes en un coworking puede transmitir una imagen más profesional que trabajar desde casa. También muchos de estos lugares organizan talleres, charlas y actividades que te permiten formarte y conectar con otros profesionales. Y así estar en constante progreso.
En resumen, como has podido ver ser autónomo en España es un deporte de riesgo, con carga fiscal, la soledad y la incertidumbre como banderas, pero tomar medidas como instalarte en un coworking puede servir para disminuir varios de estos problemas. Además, te proporciona beneficios adicionales que pueden potenciar tu desarrollo profesional y personal.