Si bien España es uno de los países más turísticos del mundo, este no es únicamente nuestra mayor fuente de ingresos. La industria textil española ha crecido mucho en los últimos años gracias a su calidad, lo que permite que sea exportada al resto del mundo, impulsando positivamente no solamente el reconocimiento de marcas nacionales en lo que respecta a moda, sino también en cientos de textiles utilizados en otros rubros.
La importancia de entender por qué nuestros textiles son tan bien vistos en el extranjero, se debe a que los fabricantes tanto a pequeña como a gran escala, trabajan procurando que la calidad de los mismos sea la bandera y para ello no solamente se enfocan en la materia prima, sino en procedimientos que involucran tanto las técnicas tradicionales, como la tecnología de punta.
Otro punto muy importante en relación a los textiles españoles y su exportación, es que nuestro país cuenta con muchas marcas que trabajan pensando en la sostenibilidad de las telas. Según los especialistas de Rioma, en nuestro país, muchas empresas (pequeñas, medianas y grandes) han enfocado sus esfuerzos en crear textiles y procesos que sean más amigables con el medio ambiente, ya que es una realidad que el mundo de la moda y el textil en general, es altamente contaminante.
El problema es que, desde el inicio de la historia, los seres humanos han necesitado de prendas que le permitan protegerse de los cambios climáticos. El hombre de las cavernas utilizaba la piel de los animales para protegerse y a lo largo de la historia, se ha evolucionado positivamente en la creación de piezas que permitan la misma protección. Ahora bien, hace 100 años o 50 no se conocía el impacto que esta industria tiene en el medio ambiente pues los procesos de fabricación, uso y desecho de las piezas no se hacía pensando en cómo afectaban al resto de los seres vivos y mucho menos al ambiente en general.
Según el informe de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE), la industria textil es una de las más contaminantes (siendo la más dañina la industria del petróleo), esto se debe a que es la que más emisiones de dióxido de carbono genera, ya que produce el 10% de emisiones gases de carbono mundiales y el 20% de las aguas residuales. A estos datos, que claramente son preocupantes, se deben sumar las especies que se han visto afectadas por esta industria, pues hasta hace poco tiempo fue que se comenzó a reducir la producción de piezas de piel animal a gran escala, aunque se sigan comercializando.
En este particular es muy importante destacar que España es uno de los países que más se ha abocado a crear alternativas sostenibles en lo que a la industria textil sostenible se trata, lo que ha servido como ejemplo para otras empresas textiles dentro y fuera de nuestras fronteras. Este tipo de industria textil se caracteriza por tomar en cuenta los siguientes factores:
- Respeto por los Derechos Humanos y transparencia.
- Respeto de los derechos laborales del personal de las empresas y creación de buenas condiciones contractuales.
- Impulso del desarrollo social de las regiones o zonas en las que operan los negocios textiles.
- Conservación y buen uso de los recursos naturales necesarios para la fabricación y el diseño de las prendas.
- Prevención de la contaminación en los entornos donde operan las fábricas.
- Minimización de productos e insumos auxiliares en la producción.
- Empleo de materiales que faciliten el reciclado.
Uno de los aspectos más importantes a tomar en cuenta en lo que respecta a industria textil sostenible es que la calidad de los textiles no disminuye, por lo que España está siendo pionero en impulsar un cambio en la industria beneficioso para todos los involucrados, el ambiente, los trabajadores y los consumidores.
España, líder de exportación de textiles y filosofía industrial sostenible
Poco antes hablamos de lo importante que era para la industria textil española impulsar cambios que beneficien la producción sostenible. Esto no solamente se ve reflejado en la pieza textil, sino también en la filosofía que hay detrás de crear una industria mucho más amigable con el medio ambiente y por ende, con sus trabadores y consumidores.
Las empresas textiles españolas están dando mucho que hablar en Latinoamérica, quienes están adoptando medidas y procedimientos que le permitan crear productos de mayor calidad. Así, esto le garantiza al consumidor una mejor vida a la prenda, ya que esta es creada con materiales más cuidadosos y un consumo más responsable, evitando que estas acaben convirtiéndose en basura y que tanto procesos como materiales sean sostenibles, creando así una industria que disminuya el impacto ambiental negativo.
España y sus textiles tienen un porcentaje bastante amplio en relación a lo que se refiere a exportaciones, lo que evidentemente es muy positivo para nuestra economía. No obstante, creemos importante recalcar que no solo se exporta el producto final, sino también la filosofía detrás de crear una industria sostenible.
Lo que significa que la exportación va más allá de piezas de ropa o de tapicería, incluyendo también el talento especializado que pueda desarrollar procesos, métodos y sistemas de trabajo que sean más sostenibles, tanto con los recursos naturales, como con la mano de obra involucrada.
Que esta filosofía sostenible se masifique y se convierta en la norma, es a lo que todos los países deben apuntar. Pues es importante que todos los rubros industriales se comprometan a crear cambios que minimicen los daños ambientales producto de sus actividades. Para ello, debemos empezar cambiando la mentalidad del consumidor y por supuesto, de los productores, pues de esta manera los cambios serán mejor recibidos.
Esto se debe a que todos debemos asumir responsabilidades, desde lo macro a lo micro; empezando por los gobiernos del mundo y sus regulaciones para minimizar y revertir los daños ambientales ocasionados por la industria. A su vez, las grandes empresas deben asumir que sus procesos deben ser mucho menos dañinos y cambiarlos o ajustarlos para que el impacto negativo sea mucho menor. Así como también están la creación de leyes y normativas que involucren a los ciudadanos de forma individual para generar menos residuos, además de la creación de programas de reciclaje y reutilización de materiales.
Esto es fundamental pues no podemos dejar de lado que los niveles de contaminación a nivel mundial son altísimos y que, si no se toman medias y acciones verdaderamente contundentes, las próximas generaciones heredarán un planeta en peores condiciones que las actuales y los daños serán irreversibles.
Exportación textil en cifras y cómo podemos medir su crecimiento
Ya hemos hablado de que España tiene una industria textil con gran peso económico, tanto de forma interna, como externa. Según diferentes datos, se ha podido demostrar que, en los últimos años, este rubro ha crecido hasta alcanzar casi un 10% de las exportaciones, ya que las ventas de productos textiles españoles en el exterior han sido mayores a 900 millones de euros, un aproximado de 8.97% más que en años anteriores.
Debemos entender que, si bien las cifras son positivas hasta el 2019, a partir de marzo de 2020, las cifras de exportación han disminuido producto de la pandemia de Covid-19, que limitó bastante las exportaciones e importaciones, no solamente en España, sino a nivel mundial. Sin embargo, no podemos olvidar que a medida que hemos recuperado la nueva normalidad, el trabajo comienza nuevamente y debemos esperar un poco de tiempo para poder analizar cómo se comporta el análisis de exportaciones post pandemia.
Es evidente que la crisis económica mundial producto de la pandemia, afectó todas las industrias, incluyendo a la textil. Si bien el escenario a día de hoy es complicado desde un punto de vista de fluidez en lo económico, eso no significa que no se pueda recuperar, sino que debemos tener un poco más de paciencia y buscar de trabajar en pro de la regulación de la industria y las exportaciones, a la manera y cifras que manejábamos antes de la pandemia. Sin embargo, es importante comprender que estamos hablando de una situación atípica, difícil y que afecta la economía global, no solamente la de nuestro país.
Lo que sí podemos tener claro es que la calidad de los textiles españoles se mantiene y que seguimos siendo referencia en lo que refiere a producción textil. Esto implica que aún cuando estemos en una situación complicada, cuando se regularice y la crisis económica haya disminuido su gravedad a nivel mundial, es bastante probable que el crecimiento de la industria vuelva a impulsarse a las cifras positivas que alcanzamos en el 2019.
España es un país que, por suerte, puede crecer y que cuenta no solo con los recursos naturales necesarios para que la industria textil se desarrolle positivamente, sino también con una filosofía sostenible y que proteja al medio ambiente y a todos los actores que forman parte del proceso de elaboración y creación textil, no solamente en relación a las telas tradicionales sino también a la investigación y desarrollo de textiles modernos que involucran tecnología de punta.