La terapia Gestalt ayuda a las empresas

Todo empresario tiene que tener algo de sicólogo. Y si no lo tiene, tiene que buscar esa ayuda. Y es que cada vez que una empresa se pone en marcha hay que saber que son muchos los aspectos que pueden influir en su buena marcha. Ahora se ha puesto de moda una terapia que se denomina Gestalt y que es usada tanto para grandes empresas como para jóvenes emprendedores. La palabra Gestalt, de origen alemán y sin una traducción exacta al español, podría definirse como “configuración” o también como “un todo organizado” donde lo que se percibe no es una “suma de partes” sino un conjunto integrado y equilibrado. Y esto es lo que se intenta hacer cuando se aplica a una empresa.

En este caso en Terapia PSI, “la gestalt que desarrollamos no se limita a personas que atraviesan problemáticas graves, aportamos un enfoque de trabajo que es válido para cualquier momento de la vida, ya que promueve la autonomía, la salud, el bienestar personal y una gestión saludable de las relaciones interpersonales, todo ello pensando en que la situación de una empresa pueda ir a más”.

¿Cuándo nace la terapia Gestalt?

La terapia Gestalt nació en la década de 1942, con la publicación del libro Ego, Hunger and Aggression: A Revision of Freud’s Theory and Method. Fue escrito por el matrimonio compuesto por Fritz Perls, psiquiatra y psicoanalista, y Laura Perls, psicóloga, que se había formado en la psicología de la Gestalt.

Durante la década de los setenta y ochenta, los centros de entrenamiento en psicoterapia Gestalt se esparcieron globalmente, aunque en su mayoría no estaban alineados con centros académicos formales. Mientras la revolución cognitiva eclipsó la terapia Gestalt en la psicología, muchos pensaron que ella era anacrónica.

Durante estas terapias lo que se intenta es olvidar el pasado. Nada de buscar un trauma o problema que haya marcado al paciente. Hay que mirar al futuro y centrarse en las dificultades y problemas que tiene hoy en día. Si es cierto que otras terapias te hacen volver al pasado. En este caso no es así. El objetivo es asumir el día a día, buscar los problemas y asumir los sentimientos y pensamientos que lo generan.

¿Cómo puede ayudar a una empresa esta terapia?

El concepto de “capital humano” forma cada vez más parte del vocabulario de las empresas. Por suerte. Se está viendo que el eje fundamental de cualquier empresa son sus personas. Estas tienen que estar preparadas emocionalmente, tienen que ser equilibradas, tienen que tener capacidad de gestionar las necesidades y emociones.  Todo ello, si se logra unir, será la garantía de éxito y viabilidad. De este modo, las empresas que trabajan con esta terapia experimentan una mejora en la comunicación, en el clima laboral y por tanto, en la solidez de la empresa.

Son muchos los trabajadores que se enfrentan a muchas enfermedades laborales de las llamadas psicosomáticas. En este grupo se puede incluir el stress, las adicciones, los trastornos por ansiedad, la patología alimentaria y otras dolencias. Son esas enfermedades que nos hacen no ser nosotros mismo, y tener que necesidad la ayuda de los profesionales.

También puede ayudar al emprendedor. Pero para ello tiene que entender que cuando asumimos la responsabilidad de lo que nos ocurre, en este caso de nuestra aventura empresarial, hay que asumir nuestra autonomía. Es el momento de conocer nuestras habilidades y nuestro potencial como personas. El conocimiento de uno mismo nos llevará a saber mejor por qué reaccionamos, sentimos y nos comportamos de una determinada forma.

Muchas empresas ya han apostado por esta terapia que suele tener éxito. Los directivos y jefes de estas empresas comprueban la correlación entre el bienestar de los empleados y la calidad de la producción de servicios de atención a la persona. Y eso ayuda a que las empresas salgan a flote, todo ello con la aportación de unos empleados que son felices. Bien es cierto que el trabajo de éstos terapeutas tiene éxito especialmente en instituciones y empresas cuya labor sea de carácter asistencial, psico-social y áreas limítrofes.

Son ya muchos años en los que a la psicología tradicional se han ido incorporando nuevas técnicas y metodologías de trabajo. En este caso, la terapia gestalt llega para sumar experiencias vivenciales aplicables a personas y empresas. Entre todos se puede hacer que las empresas tengan más poder y los empleados se sientan cómodos. Se tiene que conseguir que el ir a trabajar sea una alegría y no una pena.