Las hemorroides, también llamadas almorranas, afectan por igual a hombres y mujeres, especialmente a aquellas personas de entre 40 y 60 años. Varios estudios han descubierto que entre un 30% y un 50% de la población adulta las ha padecido en algún momento de su vida. Aunque muchos pacientes intentan ocultar los síntomas por vergüenza, es una de las patologías anorrectales con mayor prevalencia.
Las hemorroides son venas inflamadas que aparecen alrededor del ano, en la parte interior del recto o pueden sobresalir por fuera. El Mundo explica que «en condiciones normales, las hemorroides son una parte fundamental de la continencia. Su función es necesaria para asegurar lo que los especialistas denominan un correcto cierre anal».
El problema surge cuando estas venas se inflaman y sentimos dolor. Si estamos padeciendo esta enfermedad no debemos sufrirla en silencio, porque no hay que sentir vergüenza sino visitar al especialista para que nos recomiende el mejor tratamiento. Durante muchos años, algunos pacientes han ocultado esta enfermedad y sufrido anemia a largo plazo, porque si las hemorroides producen problemas de sangrado pueden provocar esta afección. No es aconsejable ocultar los síntomas porque pueden afectar nuestra calidad de vida, ya que las hemorroides patológicas causan molestias, incomodidad, irritación, picor, quemazón, pesadez, sensación de presión, mucosidades, y bultos duros y sensibles al tacto.
Los cirujanos del centro quirúrgico Calero & Manzano, especialistas en el tratamiento de hemorroides y patologías de cirugía general, nos explican que las causas de la patología hemorroidal son la diarrea, el embarazo, la obesidad, la ingesta de ciertos alimentos, factores hereditarios, tener relaciones sexuales anales, levantar cosas pesadas con regularidad, estreñimiento o esfuerzo al evacuar.
Afecta silenciosamente a millones de personas en todo el mundo pero decir que sufrimos almorranas, produce vergüenza. La falta de comprensión sobre esta enfermedad ha llevado a que algunas personas pueden considerarlas simplemente una molestia pasajera. El estreñimiento contribuye al desarrollo de esta patología pero también la diarrea crónica porque las heces líquidas pueden aumentar la presión en las venas anales. Los especialistas explican que algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar esta enfermedad.
Las personas mayores suelen sufrir hemorroides porque con el envejecimiento, los tejidos en el área anal se debilitan. En verano aumentan los casos de hemorroides, porque el calor actúa como dilatador de las almohadillas de los vasos sanguíneos que rodean el canal rectal.
¿Cuál es el diagnóstico?
Para realizar el diagnóstico es necesario una exploración visual, pero en ocasiones el médico recurre a una exploración digital, porque hay veces que se quedan internas y no se perciben. En ocasiones se realiza un rectoscopio o una colonoscopia, para descartar un cáncer colorrectal o alguna otra enfermedad del aparato digestivo.
Consejos para prevenir su aparición
Si no queremos sufrir esta enfermedad, debemos seguir los siguientes consejos:
–Dieta rica en fibra: es importante llevar una dieta rica en fibra y beber agua durante las comidas y entre estas, para evitar el estreñimiento. Si nos esforzamos en las deposiciones podemos provocar que aparezcan las hemorroides, porque el estreñimiento crónico puede aumentar la presión en las venas del área anal.
–Evitar el sobrepeso y realizar deporte: debemos seguir una alimentación saludable y practicar algún deporte. Los especialistas explican que la falta de actividad física puede contribuir al estancamiento de la sangre en las venas, porque el deporte regula mejor la circulación sanguínea.
–Caminar o estirarnos: no es aconsejable estar durante largos periodos sentado, ni pasar demasiadas horas de pie. Si estamos en la oficina, podemos levantarnos y movernos cada 30 minutos.
–Higiene adecuada: lo mejor es limpiarse con toallitas húmedas, o lavarse con agua y jabón tras defecar.
–Defecar de forma tranquila: no es aconsejable aguantar las ganas de ir al baño y lo mejor es defecar de forma tranquila y estar relajados cuando nos sentamos en el inodoro.
¿Qué hacemos si ya se ha manifestado la enfermedad hemorroidal?
Si sentimos quemazón y bultos duros y sensibles al tacto, es posible que las hemorroides ya se han manifestado. Para acabar con los síntomas, debemos seguir las siguientes recomendaciones:
–Tomar la medicación: el especialista puede aconsejarnos tomar ibuprofeno o paracetamol para aliviar el dolor.
–Aplicar hielo: también podemos aplicar hielo o usar cremas y geles con complejo 2QR.
–Baños: se recomienda realizar baños de agua fría durante varios minutos tras haber realizado las deposiciones para aliviar la inflamación.
–Acudir al especialista: si los síntomas persisten después de una semana de tratamiento casero, hay que pedir cita con el especialista en aparato digestivo y tratamiento de hemorroides. Este experto puede optar por las inyecciones esclerosantes, la fotocoagulación con infrarrojos (CIR) o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía o la colocación de bandas elásticas.