La dieta mediterránea es muy rica y saludable, esta basada en legumbres, pescados, cereales integrales, carnes, lácteos, frutos secos y el aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Varios estudios han comprobado que esta dieta reduce la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la mortalidad y algunos tipos de cáncer.
Los expertos explican que hay que tomar cinco raciones al día de frutas y verduras; consumir legumbres tres veces a la semana; el pescado, principalmente azul, de tres a cuatro veces a la semana; y la carne se puede consumir una vez a la semana.
Debes saber que la cantidad indicada para el aceite de oliva virgen extra es entre 4 y 5 cucharadas soperas, tanto para la cocina como para aderezar las ensaladas.
“Se recomienda principalmente en crudo dado su alto contenido en vitaminas y compuestos antioxidantes. Sin embargo, también es muy recomendable en cualquier preparación culinaria como los rehogados o sofritos e incluso en frituras. Si bien el aceite de oliva virgen extra se caracteriza por un bajo punto de humo (la temperatura a la que el aceite comienza a humear y por encima de la cual el aceite se quema). Sus compuestos antioxidantes hacen que resista más ciclos de fritura que otros aceites. Por lo que, usado correctamente, es recomendable para todas las preparaciones culinarias”, informa Nuria Rosique, dietista nutricionista de la Unitat de Nutrició Humana de la Universitat Rovira i Virgili, del CIBEROBN (Centro Biomédica en Red, Obesidad y Nutrición).
El AOVE aporta múltiples beneficios para la salud, las grasas que contiene son monoinsaturadas, es decir, saludables. Este oro líquido preserva la memoria, protege el cerebro contra el alzhéimer, protege contra la inflamación, fortalece el sistema inmunológico, mejora la actividad antibacteriana, aumenta las defensas, reduce el riesgo de trastornos neurológicos, disminuye el colesterol malo, ayuda a controlar la hipertensión arterial, reduce la aparición de trombos…
Otro de sus beneficios es que protege la salud cardiovascular y así lo explica el Dr. Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón: «Este zumo de aceituna natural, considerado el oro líquido de nuestra dieta, nos aporta un alto valor nutritivo necesario para seguir una alimentación equilibrada y saludable, esencial para el correcto funcionamiento del motor principal del organismo, nuestro corazón».
Los profesionales de Oiltopía explican que el aceite de oliva virgen extra sale de la aceituna tras prensarla en frío. Tiene unas propiedades organolépticas exquisitas y su acidez no debe exceder el 0,8% de ácido oleico.
Cuantos más polifenoles tenga el aceite de oliva, más saludable será, muchos estudios han comprobado que el mejor es el AOVE.
El investigador Eduard Escrich explica que el aceite de oliva virgen extra previene el cáncer de mama y frena la progresión de este tipo de tumores.
Además, el experto señala que los tumores desarrollados por personas con una dieta en la que prima el aceite de oliva son «de bajo grado», mientras que en el caso de aceites de semilla, «son de alta malignidad».
Otro estudio coordinado por la Universidad de Navarra dentro del estudio multicéntrico Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) y el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) descubrieron que llevar una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra puede reducir en dos tercios el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
«Hoy es un día feliz. Pocas cosas resultan tan agradables como ser testigo de acontecimientos científicos que marcarán un antes y un después en la historia». Con esas palabras presentó Jesús Fernández Crespo, director general del Instituto de Salud Carlos III, este estudio publicado por la revista «JAMA Internal Medicine».
Esta investigación siguió a 4.282 mujeres españolas que llevaron a cabo tres tipos de dieta: mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra, mediterránea complementada con frutos secos y una recomendación de dieta baja en grasas para el grupo de control.
«Lo esperable con esa asignación al azar, si la dieta no tuviese efecto alguno, es que las tasas de cáncer fuesen las mismas para todas las mujeres», explica Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública.
Los resultados fueron los siguientes: la tasa en el grupo con el extra de aceite de oliva fue de 1,1 casos por cada mil participantes y año, en el grupo de los frutos secos subió hasta el 1,8, y en el de control llegó a 2,9 lo que muestra «casi el triple de riesgo absoluto de desarrollar estos tumores», afirma Martínez-González.
En este estudio comprobaron que ciertos compuestos del aceite de oliva tendrían efectos antitumorales. «Estimamos que por cada 5% más de calorías que vengan de este tipo de aceite, el riesgo de desarrollar cáncer de mama se reduce hasta en un 28%», manifiesta el doctor.