Una de las cosas que mejor caracterizan a un país es la capacidad que tienen sus empresas para reparar cualquier tipo de daños que puedan sufrir sus personas o sus bienes materiales. Son muchos los casos en los que bien una persona o bien un edificio necesitan una atención personalizada (un médico en el caso de las personas o cualquier entidad dedicada a las reformas en el caso de un edificio) para reparar algún daño o defecto estructural que se pueda haber ocasionado en su ser.
En España hemos sido especialistas en eso de la construcción de edificios. El sector del ladrillo ha tenido una importancia muy grande en este país, si bien algún que otro tiempo pasado fue mejor. La crisis económica se cebó de un modo radical con este sector y es ahora cuando parece que, después de casi una década de sinsabores, las cosas van mejorando por momentos. Sin embargo, en este país hemos tenido una cultura del ladrillo que nos ha venido condenando desee siempre: tenemos la manía de construir y construir, dejando al margen las rehabilitaciones.
Rehabilitar siempre ha sido una opción de lo más defendida en otros países europeos como Francia o Alemania. Sin dejar de lado la necesidad de elaborar nuevos edificios de uso público o privado, la verdad es que en estos países la manera de hacer las cosas siempre ha sido diferente en lo que se refiere a la construcción. Y claro, las cosas no les han ido tan mal como a nosotros. Y es que hacer las cosas bien, sin prisas y asegurando una calidad y la mejor garantía en el trabajo, suele venir acompañado de una recompensa que se traduce en forma de edificios fiables, eficaces y útiles.
Por suerte, en España ya estamos tomando nota de lo que otros países han hecho en materia de edificación y ya parecemos más dados a rehabilitar un edificio que a tirarlo y a constituir otro, que es básicamente lo que hemos hecho durante tanto tiempo. Es lo que ha destacado un análisis que se ha realizado desde Cubiertas Estévez, una entidad encargada de la reparación o instalación de tejados, sin duda uno de los elementos de la vivienda que más necesaria puede llegar a hacer una rehabilitación.
Un elemento que es vital
Son muchos los medios de comunicación que han hecho incidencia en la enorme importancia que guarda un tejado dentro de la comodidad que encierra una vivienda o un edificio. El diario Estrella Digital advirtió en octubre del año pasado de esa importancia, destacando a todos los lectores que era necesario que revisasen el estado de los tejados de sus propiedades antes de que llegara el frío del invierno y pudiese verse muy afectada su comodidad durante la estación invernal. Seguir este tipo de consejos le habrá salvado de más de un problema a más de uno.
El diario Europa Press fue más allá y se encargó de recomendar a todos sus lectores que instalasen un tejado de pizarra, que sin duda es una elección de lo más segura puesto que este material es el que menos filtra el agua y el que, en definitiva, puede llegar a ser más seguro en lo que se refiere a un tejado. Este consejo es probable que también haya librado de más de un inconveniente a alguien. Y es que seguro que alguien tiene que agradecer este tipo de noticias.
Se habla mucho, a día de hoy, de mantener la calidad de vida de la gente. Y cuando se habla de ello y se hace incidencia en el hogar, lo que más se comenta es qué tipo de sofá o de televisor comprar para el verano. Apenas se hace incidencia en un elemento como el tejado, sin el cual sería totalmente imposible disfrutar de todo lo demás. Valorar la importancia que tiene un buen techo será la mejor manera de comenzar a construir una vida más cómoda y también más segura.
De cara a los próximos años, en España ya tendremos la cultura de rehabilitación que tienen países como los que hemos comentado anteriormente. Y nos habremos beneficiado de las ventajas que todo ello implica. Una de ellas no es otra que el precio, esa que tanto nos preocupa y por la que tanto suspiramos. Rehabilitar siempre saldrá más barato que tirar y hacer de nuevo un edificio. Es algo que debemos tener muy claro y que tenemos que inculcarnos los unos a los otros.