Lo habrás notado desde hace unos cuantos meses, en todos los sitios a los que va te cobran la bolsa. Dicen que es por el medio ambiente, pero claro, si la pagas, ¿no afecta al ecosistema? Además, los comerciantes ahora se agarran a una nueva norma lanzada por el Gobierno que les obliga a cobrar la bolsa. De ahí viene la famosa frase de “yo te la daría gratis, pero es que no me dejan”. Vamos a comprobar de primera mano qué dice la Ley.
En relación con el consumo de bolsas de plástico, el Plan Nacional Integrado de Residuos para el período 2008-2015 (PNIR) contempló varias medidas para lograr la progresiva substitución de las bolsas de un solo uso. Entre dichas medidas, destacaba la disminución del 50% de bolsas de un solo uso para 2010, así como el establecimiento de un calendario de substitución de plásticos no biodegradables o el fomento de acuerdos con los sectores de la distribución para reducir la generación de residuos de bolsas de un solo uso y promover el uso de bolsas reutilizables en comercios y grandes superficies y substitución de las bolsas de plástico de un solo uso no biodegradables por bolsas de material biodegradable.
La directiva
Entre las posibilidades que ofrece la directiva para las bolsas de plástico ligeras, se ha considerado que las medidas más adecuadas, son las siguientes: en primer lugar, que desde el 1 de julio de 2018 se prohíba su entrega gratuita a los consumidores, en los puntos de venta. Es decir, desde esa fecha los comerciantes deben cobrar un precio por cada bolsa de plástico ligera que entreguen al consumidor. Se exceptúan de esta medida las bolsas de plástico muy ligeras, es decir, las bolsas de plástico de menos de 15 micras de espesor que son necesarias por razones de higiene, o que se suministran como envase primario para alimentos a granel. Así que ya sabes, efectivamente, están obligados a cobrarlas, pero dependiendo del tamaño.
Pero ojo, que esto no se termina aquí. Ya se anuncian nuevas medidas para 2012. El 1 de enero se prohíba la entrega –gratuita o no– a los consumidores, en los puntos de venta, de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras no compostables. Con este plazo, se pretende acompasar la obligatoriedad de que las bolsas de plástico ligeras y muy ligeras sean sólo compostables con la plena implantación de la recogida separada de los biorresiduos, necesaria para poder cumplir con los objetivos comunitarios de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales, establecidos en Ley 22/2011, de 28 de julio, así como en las nuevas directivas europeas de residuos.
De esta forma, las bolsas compostables, cuyo tratamiento más adecuado es a través de procesos biológicos, se gestionarán conjuntamente con la fracción de biorresiduos presente en los residuos municipales, evitando así que se puedan mezclar con otros flujos de residuos como los de envases de plástico, ya que su mezcla podría dificultar el reciclado mecánico de los plásticos no compostables.
Es decir, que las empresas tienen que apostar por las bolsas compostables, también llamadas bolsas biodegradables, están fabricadas a partir de almidón de cereal. Deben cumplir la norma europea EN 13432:2000, que fija los requisitos de producción de envases y embalajes compostables y biodegradables. Así es cómo lo hacen en Bioplásticos Genil. Sus bolsas de plástico para comercio, biodegradables, baratas y de primera calidad, son fabricadas con materias primas procedentes del almidón de maíz o de patata, bajo unos estrictos estándares de calidad que cumplen con la normativa que regula las bolsas biodegradables compostables.
Precios orientativos
- Bolsas de plástico muy ligeras con menos de 15 micras de espesor con usos distintos a los especificados anteriormente: 10 céntimos/bolsa.
- Bolsas de espesor entre las 15 y las 29 micras: 10 céntimos de euro/bolsa.
- Bolsas de espesor igual o superior a las 30 micras: 15 céntimos de euro/bolsa.
Atención porque las bolsas compostables y biodegradables, también se pagan en los comercios, pero contarán con un precio mínimo inferior a las bolsas de plástico estándar. Así que, estate atento para que no te engañen.
En todas sus bolsas de plástico biodegradables para farmacia y comercio aparecen claramente impresos, según las exigencias de la norma, los logotipos que la identifiquen como fabricada con materiales biodegradables compostables, los logos de la entidad certificadora que ha auditado el material del fabricante de la bolsa de plástico como material biodegradable compostable y el número de certificado del fabricante. Es así de fácil, si se quiere, se puede.