Onboarding

Cuando hablamos de recursos humanos, hablamos de gestión laboral. Estos dos aspectos de una empresa, son fundamentales para el desarrollo y expansión de la misma.

Ambas son partes de una misma pieza, los recursos humanos se canalizan a través de la gestión laboral. Es decir, la función del departamento de recursos humanos, es gestionar todo lo relacionado con los empleados.

Hablando con los profesionales de Kairos, expertos en este tipo de asuntos, nos ha llamado la atención el término, onboarding, cuya traducción literal es embarcando. A parte de cubrir otros muchos aspectos, el departamento de RRHH, tiene que prestar una especial atención a la llegada de nuevos trabajadores.

Antes de ahondar un poco más en este proceso y la forma actual de llevarlo a cabo, vamos a detenernos mínimamente en la gestión laboral y su relación intrínseca con los recursos humanos.

Recursos humanos y su gestión

Dentro de todas las empresas, independientemente de su tamaño y sector, existe un área que se encarga de la gestión de todos los trabajadores. Este departamento, de sobra conocido, es el de recursos humanos, como ya venimos anunciando.

Su misión es hacer que todos los trabajadores que forman parte de una empresa, se desarrollen dentro de la misma. Eso influye en el propio desarrollo de la empresa, si los trabajadores están contentos, el trabajo se hará mejor. Si los empleados crecen, la empresa, crecerá.

Gestionar a todos los componentes de una empresa, según el tamaño de la misma, puede ser una ardua tarea. La implicación y responsabilidad que conllevan las funciones del departamento son varias a tener en cuenta.

La más conocida es la que implica el proceso de reclutamiento y la contratación del personal. Esta fase, la primera en la que se entra en contacto con el futuro empleado, comprende reclutar, seleccionar e incorporar ese valor humano a la empresa.

Todas las tareas administrativas de una empresa pasan por aquí. Nóminas, contratos, organización de turnos, bajas laborales y un largo etc.

Lo referente a los salarios y retribuciones del personal de la empresa, es otra tarea de recursos humanos. El departamento se encarga de estudiar y diseñar esos sueldos en base a los presupuestos que tiene la empresa y los mercados en los que esta ópera.

Dentro de cualquier empresa, es de vital importancia que haya un buen ambiente laboral. Hacer que los empleados se sientan cómodos en el puesto de trabajo y si surge algún problema entre ellos, resolverlo, es también función del departamento.

Las negociaciones entre representantes laborales y empresa, se lleva a cabo siempre con los encargados de recursos humanos.

Estas son las funciones más destacadas de uno de los departamentos más importantes de las empresas. Aunque hay muchos más aspectos de la misma a tener en cuenta.

Como ya hemos mencionado, vamos a ahondar en el onboarding, ese término inglés, cuyo concepto, es muy motivador para el trabajador novel.

A bordo

Incorporarse a una empresa puede resultar a veces un tanto incómodo. Los nuevos compañeros ya tienen sus métodos de trabajo, sus costumbres o sus grupos cerrados. Con objeto de que eso no suceda y la incorporación a una nueva plantilla sea cómoda y fructífera, se utiliza este proceso.

El objetivo de este proceso es conseguir una buena adaptación del nuevo miembro del equipo y con ello un empleado contento y satisfecho. Logrando estos dos objetivos primordiales, se gana en eficiencia y productividad.

Teniendo en cuenta todas y cada una de las fases del reclutamiento de personal, desde la publicación de la oferta y las entrevistas, se logrará un proceso de éxito.

Está demostrado que un empleado que se siente cómodo dentro de su empresa, se encontrará más motivado. Esto se traduce en productividad. Un buen clima laboral, compañerismo, colaboración etc.

Según el tipo de empresa, las funciones del puesto y las aptitudes del nuevo empleado, el proceso de onboarding puede durar más o menos tiempo. Independientemente de ello, lo más importante es llevarlo a cabo.

Durante el tiempo que dure, el trabajador tiene que conocer a sus jefes y compañeros. Saber quiénes son, donde desempeñarán su trabajo exactamente y cuáles van a ser las responsabilidades de su puesto. De igual modo, para que el proceso concluya de forma exitosa, debe conocer los medios de los que dispondrá para desarrollar su trabajo; y los métodos y hábitos que impone la empresa.

Los beneficios de este proceso son muchos tanto a nivel empresa, como a nivel empleado. Si logras tener contentos a los trabajadores, no habrá tanto abandono laboral. Con ello reduces gastos de contratación y pérdidas de tiempo buscando personal. Mantienes una plantilla de forma óptima.

El aumento de la productividad, la retención de trabajadores capacitados y cualificados, son resultado de un buen proceso de onboarding. Los nuevos trabajadores se adaptan con mayor rapidez, estos se involucran más con la empresa. La colaboración y el trabajo en equipo resultarán más fáciles pues se fomentan las relaciones entre personal.

La imagen de la propia empresa será siempre positiva ya que trata a sus empleados como personas y no como meros peones.

Aunque el proceso consta de muchos más pasos y cuenta con más matices, básicamente, consiste en la adaptación. Hacer que las personas que van llegando a una empresa se sientan como en casa. Eliminando discriminaciones, evitando acosos laborales y creando un buen clima laboral.

Las grandes empresas, en su mayoría cuentan con estos procesos de reclutamiento tan positivos. Se alejan de lo que más conocemos, esas incorporaciones al puesto de trabajo donde impera la hostilidad.

Esta función concreta del departamento de recursos humanos, poco a poco va llegando a todas las empresas. Es un gran logro y un avance: los empleados contentos, rinden más. Procurando una adaptación en la plantilla, fomentando esa igualdad entre empleados, sin olvidar claro está, los méritos de cada uno. Con estos métodos ganan todas las partes.

Un aspecto más a tener en cuenta por parte de los empresarios que aún no lo hagan. Conseguir tener una buena plantilla en primer lugar, en el departamento de recursos humanos. A fin de cuentas, ellos se encargan del capital humano.