Allá por los años noventa, cuando los vehículos eran más simples, surgió una moda que captó a muchos seguidores, y era la de modificar los vehículos. Esto se puede observar con facilidad en la película “2 fast 2 furious”, o mejor conocida en España como “A todo Gas”, publicada allá por el año 2003.
En esta película se mostraba como unos corredores callejeros competían por tener el vehículo más rápido, modificando para ello el vehículo tanto mecánicamente como estéticamente. La influencia de esta película llevó consigo la aparición de programas de televisión como “Pimp my ride” (emitida desde 2004 a 2007), que tuvo su contrapartida española también en la MTV con “Tunea mi coche”.
Estos programas dejaron claro que existe una verdadera cultura sobre la modificación de vehículos, y también mostró la aparición de talleres dedicados exclusivamente a la modificación de vehículos (o como se dice en la jerga, el “tunning” ) Pero no nos engañemos, muchas de las reformas que aparecían en los programas de televisión de Estados Unidos, nunca hubieran pasado la ITV en España.
El Tunning de vehículos tiene algo característico, y es que llevan los diseños de carrocería y el rendimiento a un nivel extremo. Esto puede ir contra las leyes que regulan la circulación, y de hecho, como veremos en el artículo de hoy, es necesario seguir ciertos pasos para poder regularizar un coche modificado.
Pero lo que si que es destacable para los amantes del motor son los diseños de los vehículos, que acaban siendo obras de arte, hasta el punto de llegar a configurarse la modificación de vehículos casi como una forma de vida. Prueba de ello es la pasión que se vive en Japón, dónde se hacen reuniones de coches enormes.
Uno de los puntos en los que un coche modificado se diferencia es en la pintura, ya que es el primer elemento visual que nos entra por los ojos, y que acentúa la carrocería. Para hacer este tipo de diseños no basta con realizar diseños complejos, porque lo realmente difícil es la ejecución del mismo.
Para ello se necesitan cabinas de pintura profesionales capaces de albergar un vehículo entero, así como aerógrafos profesionales o pistolas de pintura. Todos estos productos los comercializa Mercury, una empresa fabricante de cabinas de pintado y secado, e instalaciones para tratamiento y pintura de superficies, que desde 1995 diseña, fabrica y instala todos sus productos acorde a las necesidades de los clientes.
Los requisitos legales a tener en cuenta
En primer lugar, debemos definir lo que es una reforma o modificación de vehículo, esto viene definido en el Real Decreto 866/2010, de 2 de julio, por el que se regula la tramitación de las reformas de vehículos, que entró en vigor el 15 de enero de 2011. Según esta ley, “Toda modificación, sustitución, actuación, incorporación o supresión efectuada en un vehículo después de su matriculación y en remolques ligeros después de ser autorizados a circular, que o bien cambia alguna de las características de este, o es susceptible de alterar los requisitos reglamentariamente aplicables contenidos en el Real Decreto 2028/1986, de 6 de junio.”
La tramitación de una reforma se puede solicitar por el titular del vehículo o bien se puede autorizar a una persona para que la solicite. En el Manual de Reformas de Vehículos tenemos toda la información de la documentación que necesitamos presentar para cada tipo de reforma.
A la hora de reformar un vehículo se necesita un proyecto técnico, y certificado de dirección final de obra. Para ello, hay que elaborar un informe que detalle completamente el objeto de la reforma, así como quien la hace. Aunque esto no es necesario si la reforma tiene como resultado un tipo homologado.
Una vez realizado este informe, será importante determinar la necesidad de un informe de conformidad. Este informe se realiza cuando el proceso implica varias reformas, las cuales deberán estar identificadas con los códigos que se establecen en los manuales de los vehículos. Por último, se deberá realizar por parte del taller dónde se realizó la reforma un certificado de taller.
Una vez se han llevado a cabo las modificaciones y reformas en el coche y dentro de los plazos establecidos, tendrás que llevar el vehículo reformado a la ITV para pasarla con éxito. En caso de que la ITV emita un informe desfavorable, deberás subsanar las deficiencias que te indiquen en un plazo inferior a 2 meses.
El último que tienes que tener en cuenta es el seguro, al que debes de comunicar las modificaciones que has hecho, ya que el precio del vehículo puede aumentar drásticamente, y con ello la prima del seguro. En el caso de que no lo comuniques y tengas un accidente, es muy probable que las nuevas modificaciones no estén cubiertas por haber incumplido una norma del contrato.