Es cierto que ha pasado lo peor de la pandemia. Y menos mal. Hemos tenido grandes problemas en los últimos tiempos a causa del coronavirus y no cabe la menor duda de que, por suerte, la vacuna ha intervenido de tal modo en la salud de la gente que se ha reducido el número de casos y, sobre todo, de muertes. Sin embargo, hasta llegar ahí hemos sufrido innumerables penurias y hemos tenido que extremar las precauciones para hacer posible que, hasta que llegaran las dosis de las vacunas de las diferentes compañías, nos sintiéramos medianamente a salvo.
Para conseguirlo, han sido claves las mascarillas y, cómo no, el uso del gel hidroalcohólico. Gracias a estas dos cuestiones, se han evitado gran cantidad de contagios y de fallecimientos. La rapidez con la que la sociedad española adquirió estos utensilios, entre los meses de febrero y marzo del año pasado, fue clave para evitar un mayor estallido de la primera ola de la pandemia. Y la verdad es que todavía nos hace verdadera falta que estos elementos sigan contribuyendo a crear esa pantalla entre nosotros y el virus, que es de lo que se trata.
Una noticia publicada por Redacción Médica informaba de algunos de los datos que nos deja el uso de mascarilla y de gel hidroalcohólico en el interior de nuestras fronteras. En cuanto a la mascarilla, el 19’9% aseguraba que usaba 9 o más mascarillas a lo largo de la semana. Por otro lado, en lo que al gel hidroalcohólico se refiere, el 94’2% de las personas a las que se encuestó lo usaba, frente a un 5’8% restante que no lo solía hacer. Nuestra opinión está con la mayoría en este último caso. Este gel es eficaz ante los riesgos de contagio por coronavirus y hay que sacar partido de sus ventajas.
Otra noticia, en este caso publicada en la página web del diario Expansión, aseguraba que la industria española se estaba reorientando, en lo que a su producción se refiere, de cara al coronavirus. Buscábamos seguir el ejemplo de Francia, que estaba produciendo más o menos unos 10 millones de mascarillas a la semana. Y la verdad es que lo hemos conseguido. No cabe la menor duda de que los esfuerzos de la industria de nuestro país merecen un reconocimiento puesto que son héroes en toda regla, al igual que sanitarios y operarios de supermercados.
Los esfuerzos en materia de protección ante el coronavirus han empezado en una apuesta por la reorganización industrial que nos ha permitido tener a mano todos los productos necesarios para luchar contra la pandemia. Los profesionales de Chiwawap así nos lo han indicado. De hecho, según nos han asegurado, ellos han dispuesto y comercializado más mercancía que nunca, sobre todo en lo que tiene que ver con los geles hidroalcohólicos y las mascarillas. Desde luego, de no haber sido por este tipo de elementos, los datos asociados a la pandemia habrían sido más terroríficos de lo que ya de por sí son.
Una producción que se va a mantener
Los profesionales dedicados a la confección de elementos como de los que estamos hablando aseguran que la población española va a seguir usando tanto mascarillas como gel hidroalcohólico. Se tiene la sensación de que se va a usar más el segundo que el primero, pero lo que está claro es que vamos a seguir necesitando ambas cosas para mantener al margen a un virus que, por mucho que exista la vacuna, sigue estando entre nosotros, lo cual nos hace pensar que la prevención sigue y seguirá siendo necesaria a toda costa.
De cara al futuro, seguir teniendo cuidado es algo necesario. Esta no ha sido la primera pandemia que nos ha tocado vivir, y por supuesto que no será la última, eso os lo podemos asegurar. La higiene siempre ha sido un aspecto fundamental primero para evitar su aparición y luego, si su aparición es inevitable, al menos para controlarla. De no haber sido por aspectos y elementos como de los que hemos venido hablando en este artículo, probablemente hubiera habido gente que no estaría hoy entre nosotros. Hubiese sido una verdadera lástima, pero hemos conseguido evitarlo.
Que todo el mundo se acostumbre a cuidar mucho más de la higiene que le rodea es fundamental. Nunca sabemos cuándo nos volveremos a enfrentar a una situación como la que hemos vivido en los últimos dieciocho meses, pero lo cierto es que ya contamos con la experiencia necesaria como para combatir algo similar si vuelve a suceder algo así. Ni que decir tiene que ojalá que nunca vuelva a molestarnos de este modo una pandemia. Pero es algo que, aunque está en nuestras manos, no podemos controlar.