Para cualquier empresa de pequeño y mediano tamaño, las nuevas tecnologías son algo que no tienen prioridad máxima en su estructura y planificación. Y esto al fin y al cabo es una situación muy lógica, pues si un negocio funciona y da sus frutos porqué estar pendiente al segundo de las tecnologías que se podían incorporar a la empresa.
Nótese que nos referimos a las tecnologías que aplican a la estructura, y podría pensarse que no existe relación con las tecnologías que están relacionadas con el desarrollo de la actividad empresarial diaria. Pero hay que decir que una influye en la otra de una manera significativa, tal y como veremos.
La tecnología es muy amplia hoy en día, y los avances que influyen en el control y en la productividad de las empresas de diferentes ámbitos se desarrolla a un ritmo rápido que en ocasiones es difícil de seguir. Un ejemplo de esto es la tecnología en la nube, o “cloud computing”.
La nube no es ni más ni menos que un espacio de almacenamiento en un servidor desde el que podemos acceder desde cualquier dispositivo. Aquí se puede almacenar memoria, pero también aplicaciones y programas para empresas, que están diseñados principalmente a potenciar la movilidad y agilidad de los trabajadores en los diferentes niveles de organización.
En el las aplicaciones son infinitas, y repercuten en gran medida en la productividad de la empresa. Estamos hablando de que disponemos de un espacio en Internet dónde podemos guardar cualquier tipo de información, para poder revisarla dónde y cuándo queramos con simplemente acceder a Internet.
Además, hoy en día, las empresas que entienden la importancia del cloud computing, han trasladado sus bases de datos de la intranet a la nube. Esto les permite mucha flexibilidad a la hora de trabajar fuera de la oficina, lo que es algo bastante común hoy en día, ya que si la empresa no se desplaza está perdiendo clientes.
Todo esto nos hace plantarnos la importancia de tener nuestros equipos informáticos a pleno rendimiento, porque si tiene algún inconveniente el cloud computing es que dependes de ellos. Por eso necesitamos tener el aspecto técnico bajo control, y para ello es necesario contar con especialistas como e-ingenia, una moderna empresa de informática de Córdoba dedicada al desarrollo tecnológico, que ofrece servicios avanzados en la gestión y modernización de procesos en empresas.
Porqué no se adopta el cloud computing
Por un lado existe un gran desconocimiento de la propia tecnología, ya que “no son conscientes que es posible trabajar en un entorno cloud computing haciendo uso del mismo escritorio y aplicaciones que si estuvieran trabajando en un sistema local”, pero con las ventajas de la nueva tecnología.
Otra razón que explica el escaso interés por la tecnología cloud es la falta de proveedores de infraestructuras cloud Computing adptados a la pyme. Aseguran que los grandes proveedores, entre los cuales están Microsoft o Amazon, precisan de interlocutores cualificados y técnicamente preparados dentro de la empresa. En el caso de las pymes, estos asuntos técnicos recaen en un distribuidor no cualificado en estas tecnologías, que además teme perder a su cliente en el caso de que se forme una dependencia con un proveedor nuevo, o en un informático interno que tiene miedo a perder su puesto dentro de la compañía si una parte de las tareas que venía realizando hasta ahora se externalizan.
El tercer aspecto a tener en cuenta es el miedo a “perder la proximidad de sus datos”. Les resulta complicado que esta información no se encuentre en la oficina o en un servidor tradicional de su propiedad. Sin embargo, la disponibilidad y la seguridad de una infraestructura Cloud Profesional siempre será mayor en comparación con las de un entorno local.
El 90% de los empresarios de pymes se niegan a externalizar los servidores y hacer uso de soluciones cloud computing por desconocimiento sobre la ubicación de los datos, según la información que maneja Beservices. Señalan que las empresas conservan sus servidores porque creen que es lo mejor para tener a buen recaudo los datos de la compañía, además de conservar la infraestructura para garantizar su funcionamiento. Esto hace que acaben afrontando costes de mantenimiento de licencias, ampliaciones funcionales de la solución y sobre todo el coste de oportunidad. Precisamente estos son los motivos por los que deberían adquirir la solución cloud.