Hoy en día, tener un producto de calidad es algo fundamental si queremos que nuestro negocio siga creciendo y trabajando y es que en un mundo cada vez más competido, no ser diferente al resto, es un atraso, puesto que productos iguales nos los ofrecen miles de compañías, es por ello, que nosotros debemos de ser los diferentes, los que ofertemos el producto de calidad y los que demos algún motivo más que la competencia para que la gente se decante por nuestra mercancía en vez de ir por otra. Tanto es así, que, en muchos casos, ni siquiera importa la distancia a la que nos encontremos de nuestros clientes y es que, si ellos confían en nosotros, nos lo demostrarán y se desplazarán para consumir nuestros productos en vez de los de empresas que tengan más cerca de sus domicilios. No hace falta que nuestra marca esté presente en cada esquina o en cada estante, simplemente, debemos buscar nuestro lugar y saber explotar las cualidades que tenemos frente a los demás, eso nos hará triunfar.
Para poder llevar esto a cabo, debemos de contar con el mejor asesoramiento y es que así, podremos llegar más lejos, sin embargo, una cosa debemos de tener muy presente, optar por un buen branding es fundamental para que nuestra marca sea reconocida.
Cuando hablamos de branding nos referimos a un término inglés que es empleado en mercadotecnia de forma muy común y que hace referencia al proceso de hacer y construir una marca, ya sea desde cero o un rediseño de algo ya creado previamente, mediante la administración estratégica de todos y cada uno de los activos vinculados en forma directa o indirecta al nombre y/o símbolo y es que estos son los rasgos que identifican a una marca influyendo, tanto de forma positiva, como negativa, en el valor de la marca, tanto para el cliente como para la empresa. Es por ello por lo que debemos de trabajar con sumo detalle y cuidado este concepto puesto que pasará años siendo nuestro buque insignia y, por tanto, trataremos de buscar que nos represente de la mejor forma posible.
Asociado al branding, existen dos términos que, aunque a priori usamos como sinónimos, realmente no lo son. Es el caso de identidad corporativa e imagen corporativa. La primera, la identidad, se refiere a lo que tratamos de transmitir, nuestros valores, espíritu, ideas… todo a través de nuestro logotipo y marca. Por la contra, la imagen corporativa se refiere a lo que realmente el público entiende. Si en el otro caso, hablábamos de lo que transmitimos, aquí se habla de lo que realmente se entiende, por lo que, aunque debería, si lo hemos hecho bien, no tiene porque coincidir con lo que expresamos. Es por ello por lo que, en muchas ocasiones, si se habla con el creativo te dirá su idea y te explicará en que se basó, sin embargo, si le preguntas al público que lo ve, las respuestas pueden ser muy dispares.
Es por estos motivos que os hemos explicado y por otros muchos conceptos más técnicos por lo que a la hora de querer realizar un diseño de branding o de packaging, debemos de contar con la ayuda y asesoramiento de Empacke, una empresa con una dilatada experiencia que nos servirá de guía para poder lograr un futuro mejor empresarialmente hablando y es que sus expertos se sentarán con nosotros para trabajar las ideas y sacar adelante un proyecto sólido y de futuro.
El packaging, otra de las claves para lograr un futuro empresarial más próspero
Parece aparentemente una tontería, sin embargo, un buen embalaje es un método clave para lograr un crecimiento y es que en una época en la que cada vez se venden más productos por internet, la paquetería pasa a ser fundamental para que todo llegue correctamente. Cuando hablamos de packaging nos referimos a un recipiente o envoltura que sirve para contener productos de forma temporal pensando en su manipulación, transporte y almacenaje. Pero lo cierto es que hay algo más, el diseño de estos paquetes, junto con sus colores, también juega un papel fundamental a la hora de conservar y hacer más atractivo el producto que alberga en su interior. Esto es algo que compañías como Apple saben muy bien y cada vez explotan más, puesto que además de cumplir su función, almacenar, también invitan a potenciales clientes a acabar decantándose por la firma.