La compra de productos frescos por Internet, una revolución posible y real

Podríamos hablar, escribir, fantasear, presuponer o intuir un montón de cuestiones relativas a Internet y a todas las facilidades que ha proporcionado o que va a proporcionar de aquí a algunos años. Pero por mucho que lo hiciéramos sería imposible comprender todo lo que está asociado a la red. Quizá el ciudadano medio sea incapaz de comprender siquiera una diminuta parte de lo que es la red. Pero, sin embargo, la utilizamos para hacer la vida más fácil, más cómoda.

La utilizamos cada vez más, incluso en todos los casos que atañen a personas que no se fiaban en un principio de la red, por ejemplo, a la hora de comprar un producto. Hoy en día Internet se ha convertido en un modo fiable de comprar y es precisamente eso lo que está haciendo que cada día las personas pasemos más tiempo delante del ordenador o del móvil. Si antes lo único que nos podía hacer salir de casa era el mero hecho de hacer la compra, ahora eso puede estar terminándose. Internet también ha resultado ser el mejor aliado para eso.

Acudir al supermercado, una de las tareas que más hemos catalogado como “tradicionales” e imperdibles, puede estar acabándose como consecuencia de la llegada y el posterior desarrollo de Internet. Y no porque los supermercados estén desapareciendo ni mucho menos, sino por el mero hecho de que prácticamente todos ellos están comenzando a desarrollar sus páginas web y su negocio en torno al ecommerce, un fenómeno al que muy pocos negocios, por no decir ninguno, pueden resistirse.

El diario El País lo deja muy claro a este respecto con la publicación del artículo del que a continuación hablamos, que asegura, utilizando datos pertenecientes nada más y nada menos que a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que el volumen de compra por Internet superó en 2016 los 24.000 millones de euros en España, una cifra brutal y en la que mucho tienen que decir los supermercados que ya operan en exclusiva en la red.

Pero volvamos al tema de los supermercados. Distribuir productos frescos es más posible que nunca gracias a Internet y ese es el principal secreto que está haciendo posible el supermercado online de Carrefour, el de Mercadona o el de Lidl, todos especializados en proveer a sus clientes de productos típicos de cualquier supermercado físico con la diferencia de que en este caso no hace falta salir de casa para hacer la compra.

Con la utilidad por bandera

La utilidad de uno de estos supermercados que operan en Internet es una de las cosas que mejor se reflejan en ese artículo de El País que mencionaba con anterioridad. Una de las declaraciones que rescataba dicho artículo era la de una mujer que afirmaba algo así como que le resultaba muy cómodo y el pedido le llegaba en el momento del día que más le convenía. Con estas condiciones, ¿cómo no vamos a confiar en una entidad así? Lo contrario sería algo así como un suicidio.

Pero, ¿qué hay de la calidad de los productos? ¿Podemos fiarnos de un supermercado que reparte la carga a domicilio? La respuesta está clara y es positiva. Está comprobado que muchas de estas empresas ponen todos sus recursos para conseguir que la calidad no se vea resentida a causa del desplazamiento de los productos. Y lo consiguen. Este es el motivo del éxito de este tipo de negocios y uno de los motivos que permiten confiar en un gran futuro para ellos.

Otro de los grandes déficits que la gente achaca a hacer la compra por Internet tiene que ver con la preferencia de muchos de tener a la vista todos aquellos que tratan de comprar. Es lógico que la primera reacción al nuevo negocio que plantea internet sea esta, la de la desconfianza. Y es evidente que las empresas deben hacer todo lo posible por cultivar su antónimo. De lo contrario, el éxito desaparecerá con rapidez.

Internet ha transformado hasta la manera que teníamos de hacer la compra. ¿Hasta dónde va a llegar el poder de las nuevas tecnologías? Es difícil aventurarlo y mucho más intentar buscarle una explicación. Lo único de lo que realmente somos conscientes es de lo que podemos hacer en la actualidad con esas tecnologías… que es prácticamente todo.