Cuando pensamos en una empresa podemos imaginarnos, pongamos por ejemplo, a una pyme de las que comúnmente encontramos en España. Las pymes españolas (pero también las empresas de otros países) están basadas en negocios que evolucionan en el tiempo, y una de las fases de la evolución es la muerte de la sociedad.
Un modelo que ha avanzado mucho es el de la franquicia, que destaca por su rápida ganancia de beneficios debido al traspaso de conocimientos y a la aplicación de un modelo de negocio probado. El Molí Pan y Café es una franquicia de panaderías y cafeterías que marcan la diferencia al ofrecer la mejor calidad en todos sus productos gracias a que cuidan hasta el mínimo detalle para crear productos diferentes.
Técnicamente hablando no está bien dicho decir muerte, y además suena un poco trágico. El término jurídico correcto sería el de liquidación y disolución de la sociedad, ya que para evitar la responsabilidad hay que liquidar todas las deudas y repartir los beneficios entre los socios.
La disolución de una sociedad siempre ha sido un tema bastante tabú en la sociedad española, y en comparación con otros países, se trata con desprestigio a las personas que no consiguen mantener una empresa a flote. Esto es algo que vemos con frecuencia, porque quien no ha visto a una persona que ha dicho algo como: “a ese le va bien porque ha tenido mucha suerte… “
Los empresarios saben que la suerte no existe, ya que más bien es un trabajo de reconocer la oportunidad, tener la capacidad económica y personal suficiente para tomar la oportunidad y llevarla a cabo. Otra cosa es el azar, es decir, las situaciones favorables que aparecen sin quererlo ni beberlo.
Pero hoy no vamos a hablar de azar, vamos a hablar de la disolución de sociedades basadas en contratos de franquicia. Cuando una pyme quiere cesar su actividad y terminar con la sociedad pueden traspasar el negocio o directamente cerrarlo, cosa poco recomendable pues no se sacará rédito a las inversiones realizadas.
A pesar de lo que se pueda pensar el negocio de la franquicia no es igual que cualquier otro negocio. Y esto es porque el franquiciante normalmente se guarda en la manga un par de ases en forma de cláusulas contractuales, ya sea para atar durante un número de años de obligado cumplimiento al franquiciado, o para llevarse un beneficio de un posible traspaso del negocio.
En el artículo de hoy vamos a hablar de estas situaciones, es decir, las maneras en las que el franquiciado puede acabar con el contrato de franquicia. El caso contrario, la franquicia quiere acabar con el negocio, suele ser más fácil porque el franquiciante tiene cláusulas de rescisión para el caso de que no se cumplan ciertas condiciones establecidas en el contrato de franquicia.
Soluciones para romper el contrato de franquicia
Cuando queremos romper con una relación contractual hay que conocer hasta el último detalle de las cláusulas que integran el mismo. De no ser así nos encontraremos a merced de la otra parte que probablemente haya hecho mejor trabajo que tu, lo que supondrá una posible pérdida de derechos o de ventajas.
Normalmente los contratos complejos prevén formas para romper los contratos, estableciendo perjuicios para la parte que lo hace antes de tiempo. Tengamos en cuenta que un contrato de franquicia contiene el elemento del alquiler del local, y por tanto a veces esto puede ser un problema.
En este sentido, la primera opción que tenemos que valorar es la opción de llegar a un acuerdo, porque como dicen muchos abogados más vale un mal acuerdo que un buen juicio. Esta opción normalmente es la más adecuada cuando hay entendimiento entre partes, pero no es posible cuando no lo hay.
En estos casos tenemos que valorar otras opciones, y principalmente existen dos formas para acabar con el contrato de arrendamiento. El traspaso y la rescisión unilateral del contrato. En ambos casos, y como ya hemos mencionado anteriormente, pueden existir perjuicios para las partes, por lo que es necesario conocer las posibles penalizaciones económicas que puedan surgir. Para conocer cuáles son tus opciones y posibilidades, tanto en la negociación como en el traspaso y la rescisión unilateral es muy recomendable contar con la asistencia de abogados expertos en franquicias.
El traspaso es la oportunidad para hacer rentable todo el trabajo realizado anteriormente. Es importante saber que algunos franquiciadores no ponen pegas a cambio de que les pagues una comisión de la venta, que generalmente oscila entre el 10 y el 30%. Tampoco deberás desatender el contrato de alquiler por el que se rige el local. A veces hay cláusulas que pueden poner en riesgo la operación.
La rescisión unilateral el acuerdo de franquicia se suele dar cuando el negocio no marcha como todo el mundo esperaba y no puedes soportar las pérdidas por más tiempo. En estos casos es necesario contar con el apoyo de un abogado especialista en conflictos de franquicia. Además de no poder recuperar la inversión inicial también es muy probable que el franquiciador reclame una penalización por resolución anticipada del contrato de franquicia.