Primero, hay que definir que se entiende por eficiencia energética eléctrica, la cual no es más que el uso eficiente de la energía. Se dice que un aparato, proceso o instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad inferior a la media de energía para realizar una actividad.
Esta se puede lograr a través de pequeñas acciones en nuestras elecciones a nivel energético. Por ejemplo:
- Si compramos una lámpara tipo LED de 7W, esta tiene el mismo nivel de alumbramiento que una lámpara incandescente de 60 W. Es decir, la economía es de 53 vatios por hora o casi 90% de ahorro. Además, la vida útil del LED es 50 veces más alta y el calor que se transfiere al medio ambiente es más pequeño, de modo que en locales acondicionados se gastaran menos energía para enfriar la habitación.
- En promedio, un motor de alto rendimiento ahorra de 20 a 30% de energía en comparación con un motor tradicional. Si elegimos utilizar el primero, además, estaremos ahorrando al adaptar la potencia del motor a la que de verdad necesitamos.
- En cuanto a las calderas, muchas industrias, hospitales y hoteles utilizan calderas a gas o eléctrico para producir vapor, mientras que podrían reducir su consumo de energía optando por cogeneración, la reutilización de los gases de escape o el uso de paneles solares, entre otras muchas alternativas.
- Como alternativas a los aires acondicionados, existen cada vez más nuevas soluciones y sistemas. Por ejemplo, un retrofit (sustitución de un sistema antiguo por uno nuevo) de un sistema con 15 a 20 años de operación traerá los ahorros de los clientes finales de 30 a 50% en el costo de la electricidad (en función del sistema y cómo el mantenimiento fue dada en este momento), además de la reducción en los costos de mantenimiento.
- Por su parte, Pasero, expertos en servicios industriales dirigidos al sector de la distribución eléctrica, nos explica que una instalación eléctricamente eficiente permite su optimización técnica y económica. Es decir, la reducción de sus costes técnicos y económicosde explotación.
Así, un estudio de ahorro y eficiencia energética busca lograr tres objetivos:
- Ayudar a la sostenibilidad del sistema y medio ambiente mediante la reducción de emisiones de CO2 al reducir la demanda de energía
- Mejorar la gestión técnica de las instalaciones aumentando su rendimiento.
- Reducir el coste económico de la energía y de explotación de las instalaciones
Eficiencia y ahorro: dos ideas diferentes
Aunque ambos conceptos podrían parecer idénticos, la verdad es que son dos formas muy diferentes de abordar el consumo energético:
Ahorro energético = recortar uso de energía
Por un lado, el objetivo del ahorro energético es reducir en gasto de energía almacenando los recursos, es decir, de los recursos energéticos de los que se dispone se reserva una porción, lo cual supone tomar medidas específicas. De esta manera, el ahorro de energía implica un cambio en los hábitos de consumo, ya que si lo que buscamos es ahorrar, se debe reducir su uso.
Eficiencia energética = optimizar el uso de energía
Mientras que, la eficiencia energética más bien consiste en mantener un bajo consumo de energía en el desarrollo de distintas actividades, es decir, no tienes que hacer un cambio en tus hábitos de consumo ni en la calidad de confort, sino más bien una adaptación de medidas para lograr la protección del medio ambiente mediante la reducción de emisiones.
Aquí, el objetivo es conseguir optimizar el consumo de este recurso a través de equipos de ahorro, ya que si utilizamos las energías de forma eficiente se consigue optimizar hasta la mínima cantidad y en la mejor forma posible.
Por eso mismo, hoy en día, la búsqueda de la mejor calidad y el mejor uso energético por parte de las empresas y los particulares es una actividad muy requerida e indispensable.
El ahorro y la eficiencia de energía son importantes no solo para mejorar el consumo de este recurso y la protección del medio ambiente, sino que también favorece al bienestar y la salud de todas las formas de vida del planeta, a la calidad de vida, al ahorro económico y ayuda a potenciar el beneficio de muchas actividades.
Problemas y ventajas de la eficiencia energética
El único problema con la eficiencia energética es que todavía es una elección. Actualmente no todos los productos que usamos son eficientes; todo porque aquellos electrodomésticos más eficientes son un poco más caros que los que no lo son, como por ejemplo en el caso tan común de las bombillas tradicionales y las luces LED.
Y es que por ahora, el tema de la eficiencia energética es visto como un tema de consciencia medioambiental, cuando hay que verlo como una mentalidad de ahorro y utilización de los recursos que nos beneficia a todos, y si, incluido al medio ambiente. Y es que cuando compras estos artículos, no solo se amortizan rápido, sino que favorecen directamente a tu bolsillo, ya que la eficiencia energética de la que tanto hablamos va ligada con elahorro de electricidad.
¿Cómo ahorrar energía?
Cuando se habla de eficiencia energética se habla principalmente de la utilización de equipos con menores consumos. Sin embargo, si también adoptamos otros hábitos de consumo y aprendemos a gestionar la energía para disminuirla, estaremos contribuyendo a cuidar nuestro entorno mientras ahorramos electricidad.
Así, existen diferentes prácticas que nosotros podemos desarrollar en nuestra propia vivienda y en nuestras actividades de la vida diaria que conllevarán una reducción del consumo.
Por ejemplo, la eficiencia energética empieza por hacer un buen uso de los aparatos que consumen energía en nuestro hogar. Ya estamos aportando nuestro granito de arena si con no dejar aparatos, como la televisión, el ordenador y demás electrodomésticos, en stand-by y apagarlos totalmente, ya que este consumo puede llegar a suponer un 10% de la factura eléctrica.
La energía que demanda los equipos en stand-by es lo que se conoce como consumos fantasmas, ya que aunque se piense que no hay demanda de electricidad, estos aparatos siempre están consumiendo una cantidad mínima de energía que luego se verá reflejada en nuestra factura.
Por otro lado, una forma de eficiencia energética en el hogar implica actuar sobre diferentes aspectos con gran importancia dentro del consumo de energía eléctrica:
- Cuando los equipos de iluminación agoten su vida útil sustitúyelos por LED, así no notarás la diferencia de iluminación y ahorrará energía. Si usas bombillas de bajo consumo y sistemas inteligentes de control de iluminación (smart lighting), estarás ahorrar entre un 70 y 90% en el consumo de iluminación.
- A la hora de adquirir nuevos electrodomésticos fíjate en las etiquetas energéticas; estas pegatinas que nos informan del consumo de energía de dicho electrodoméstico; siendo las de clase A+, A++, A+++ la mejor elección . Como dijimos anteriormente, si es verdad que son más caros, el precio de más que pagas en la compra, se amortizan antes de la finalización de su vida útil gracias al ahorro energético que consiguen. Cuando los uses, además, procura que estén a carga completa.
- Cambia tu equipo térmico a otro más eficiente, como la bomba de calor o la caldera de gas natural de condensación, hay muchas alternativas en el mercado.
- Instala sistemas de control de calefacción, como termostatos, para ajustar el consumo de calefacción a las necesidades térmicas. Además que siempre puedes poner en práctica algunas medidas para mantener el calor en casa sin depender por completo de la calefacción, como cerrar bien puertas y ventanas, usar bastante ropa, aislar, etc.
- Realiza un buen aislamiento de tu vivienda. Esto puede conseguir que ahorres hasta el 40% de tu gasto en calefacción y refrigeración. Esto ya que un buen aislamiento disminuye las necesidades energéticas (calor/frio), lo que se traduce en un ahorro de energía y económico. También debes procurar que en dicha reforma se utilicen materiales aislantes térmicos, y ventanas de alta eficiencia energética con doble cristal y con marcos con rotura de puente térmico.
- Rehabilita aquellos elementos de tu vivienda que la puedan hacer más sostenible, como ventanas, fachadas, tejados, aislamiento térmico, etc. Esto puede hacerte ahorrar hasta un 60% en tu consumo de calefacción.
- Desconecta cargadores de móviles y otros aparatos electrónicos cuando no se estén usando.
- En aquellos edificios con una superficie horizontal lo suficientemente grande puede resultar interesante estudiar la implantación de sistemas de autoconsumo que permitan reducir la dependencia de fuentes de energía externas. Por ejemplo, las baterías de almacenamiento domésticas de los smart homes han supuesto un gran avance en este aspecto, ya que permiten disponer del excedente de energía solar autogenerada durante el día.
Fuera de casa, apuesta por un cambio modal de transporte a medios no motorizados, como las bicicletas, patinetes o caminar siempre que sea posible. Si utilizas vehículo propio, podrías considerar cambiarte a una opción eléctrica y conducir de forma eficiente (sin cambios bruscos de velocidad, usando marchas largas y acelerando de forma progresiva) para optimizar el uso de la energía.
Actuando conjuntamente en todos los aspectos antes descritos el aumento de la eficiencia energética y su consiguiente ahorro puede llegar a ser notable y permitirte gozar de todos los beneficios que le trae esta práctica a los tuyos y al planeta.